El sacrificio de Cristo por ti

El sacrificio de Cristo por ti

🐑🩸✝ El sacrificio de Cristo por ti

¿Por qué tuvo que morir Jesús? ¿No podía Él haber salvado al mundo sin tener que sufrir y morir?

Dios proclamó que la muerte era necesaria para expiar el pecado. Esta creencia se refleja en el sistema de sacrificios, donde Dios exigía la muerte de los corderos de Pascua como una ofrenda por el pecado. Esta idea también se manifiesta en la sentencia divina que establece que el pecado conlleva la muerte (Romanos 6:23 "Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor."). La muerte de Cristo en la cruz reemplaza nuestra muerte espiritual al expiar nuestros pecados.

La absolución de nuestros pecados exige la efusión de sangre (Hebreos 9:22 “En realidad, según la ley mosaica, casi todo se purifica con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.”). Dios estableció la norma de que el vertido de sangre era imprescindible para la expiación de los pecados (Levítico 17:11 “Porque la vida de un cuerpo está en su sangre. Yo les he dado la sangre en el altar para purificarlos, haciéndolos justos delante del Señor. Es la sangre, entregada en sustitución de una vida, la que efectúa la purificación.”).

¿Ya has hecho realidad este sacrificio en tu vida? Este sacrificio puede incorporarse a tu vida si aceptas a Jesús el Cristo como tu único y suficiente Señor y Salvador personal. Hazlo ahora mismo. Solo entonces podrás experimentar la paz con Dios, el perdón de tus pecados y una vida plena y eterna.

Algunos versículos bíblicos relevantes:

Romanos 5:8 - "Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."

1 Pedro 2:24 - "Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. Por sus heridas fuisteis sanados."

1 Juan 1:7 - "Pero si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado."

Que esta verdad transforme tu corazón y te llene de esperanza y gratitud. ¡Cristo dio su vida por ti!

En este camino de fe, recuerda que no estás solo. La comunidad de creyentes te rodea, y juntos compartimos la esperanza en Cristo. Como dice Hebreos 10:24-25:

"Considerémonos también los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca."

Así que mantén la fe, busca la comunión con otros creyentes y sigue creciendo en el conocimiento y amor de nuestro Salvador. ¡La vida eterna es un regalo que está al alcance de todos!

Imagen del sacrificio de Cristo

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